(Diciembre de 1975)
Grupo de estudio sobre Medio Oriente de Brookings. Toward Peace in the Middle East: Report of a Study Group. Washington D. C.: Brookings Institution Press, 1975. Impreso.
Antes de firmar el segundo acuerdo de separación entre Egipto e Israel en septiembre de 1975, el interés de Washington estaba en ampliar el alcance de las negociaciones entre estos dos países para que no fueran solamente una serie de acuerdos militares provisionales. Con ese fin, el Departamento de Estado se concentró cada vez más en la forma de lograr que los futuros acuerdos fueran más abarcadores, lo que implicó enfocarse en el aspecto palestino del conflicto. El 12 de noviembre de 1975, el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Cercano Oriente, Harold Saunders, compareció ante la Subcomisión de la Cámara sobre Asuntos del Cercano Oriente y declaró que “los intereses legítimos de los árabes palestinos deben tenerse en consideración a la hora de negociar la paz entre Israel y los países árabes”. Casi de inmediato, la OLP se registró formalmente ante el Departamento de Justicia, la primera medida con el objetivo de instalar una oficina en Washington. Más tarde, la prestigiosa Institución Brookings de Washington, D. C., publicó Hacia la paz en Medio Oriente (Toward Peace in the Middle East), un proyecto destinado a lograr un acuerdo entre Israel y los países árabes. La proximidad temporal entre el testimonio de Saunders (aprobado por el entonces secretario de Estado, Kissinger) y la publicación del informe de Brookings no fue casual. Tres conceptos fundamentales que condicionarían las posteriores negociaciones entre los árabes y los israelíes surgieron de las observaciones del Departamento de Estado y de Hacia la paz en Medio Oriente: un papel político específico para los palestinos, el concepto de intercambiar tierras por paz y una estrategia integral para resolver el conflicto entre Israel y todos sus vecinos.
Hacia a la paz en Medio Oriente fue redactado por una docena de profesores y antiguos burócratas de Washington. Entre ellos estaban Zbigniew Brzezinski y William Quandt, quienes tendrían cargos clave en la política exterior de la Casa Blanca bajo el Gobierno de Carter. Brzezinski se convertiría en asesor del Consejo de Seguridad Nacional de Carter y Quandt en jefe de la División de Medio Oriente del Consejo de Seguridad Nacional. Ambos cumplirían un papel esencial a la hora de condicionar la visión y las políticas de Carter en cuanto a los asuntos de Medio Oriente. ¿Cuán influyente fue la escritura y la publicación del informe de Brookings Hacia la paz en Medio Oriente? Brzezinski afirmó categóricamente que “condicionó mi visión; yo la condicioné, [yo fui] el que impulsó una estrategia especialmente amplia; …[el secretario de Estado] Vance estuvo muy de acuerdo, sin lugar a dudas. Carter lo leyó y fue muy influenciado por él”.
Hacia la paz en Medio Oriente reclamaba acuerdos de paz entre las partes, “una amplia autonomía política para Palestina o una entidad palestina federada con Jordania”, el reasentamiento de los refugiados palestinos, que Israel se retirara casi hasta las fronteras del 5 de junio de 1967, etapas para implementar los respectivos acuerdos, la provisión de las garantías de la ONU y una participación constructiva de la URSS en las negociaciones. El método para lograr estas soluciones diplomáticas se determinaría mediante una conferencia general o reuniones multilaterales informales. El informe, publicado por un prestigioso comité de expertos de Washington y asociado informalmente al Partido Demócrata, cuando éste no estaba en el poder, reclamaba resolver el aspecto palestino del conflicto. También reclamaba la vuelta a las fronteras de 1967, lo que el Gobierno de Yitzhak Rabin consideraba inadmisible. Por otra parte, el Gobierno israelí reaccionó negativamente al informe debido a que era un plan propuesto por personas ajenas al conflicto y que no había sido negociado entre las partes. Israel no quería que la relación con sus vecinos árabes se resolviera externamente, ni en ese momento ni en el futuro. El miedo de Israel era que una solución impuesta pondría en peligro la prerrogativa de su Gobierno para decidir qué era lo mejor para los intereses nacionales y estratégicos. Cuando se publicó el informe, el presidente de Egipto, Sadat, se mostró satisfecho con las tensiones que causó en las relaciones entre Israel y Estados Unidos. Finalmente, la administración de Carter utilizó Hacia la paz en Medio Oriente como su boceto para poner en marcha las negociaciones entre los árabes y los israelíes. Dado que Brzezinski tuvo un papel tan fundamental en la escritura del informe y más tarde ocupó el cargo de asesor del Consejo de Seguridad Nacional de Carter, el Gobierno de Israel tenía motivos para desconfiar de él. Cuando Carter habló abiertamente acerca de la necesidad de que hubiera un “hogar palestino” en marzo de 1977, los oficiales israelíes percibieron a la administración de Carter, en el mejor de los casos, como “poco cálida” y, en el peor, como “hostil” hacia los intereses israelíes en su forma de concebir tanto los métodos como los contenidos apropiados para las negociaciones futuras. Finalmente, a los tres años de la publicación de Hacia la paz en Medio Oriente, las propuestas que tenía Sadat para Israel echaban por tierra la estrategia integral y el hincapié en el aspecto palestino del conflicto y, a cambio de la paz, pedían solamente el Sinaí, no todas las tierras que se habían tomado en la guerra de 1967.
–Ken Stein, enero de 2021
El grupo de estudios llegó a cinco conclusiones principales.