14 de julio de 2015
Introducción al Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC)
Firmado entre las principales potencias mundiales e Irán, el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) tenía como objetivo frenar el programa nuclear iraní (desarrollo de armas) a cambio de un alivio de las sanciones, permitiéndole al mismo tiempo desarrollar un programa de energía nuclear con fines pacíficos bajo estrictos límites. Irán acordó reducir sus reservas de uranio enriquecido en un 98%, disminuir su número de centrifugadoras en dos tercios y readaptar un reactor de agua pesada para que no pudiera producir plutonio apto para armas. El acuerdo estableció inspecciones y monitoreo exhaustivos por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), otorgando a los inspectores acceso a las instalaciones nucleares iraníes para verificar su cumplimiento.
A cambio, se levantaron las sanciones internacionales que habían paralizado la economía iraní, lo que permitió a Irán reingresar a los mercados petroleros mundiales y acceder a activos congelados en el extranjero. Los defensores argumentaron que el PAIC bloqueaba el acceso de Irán a una bomba nuclear y reducía la probabilidad de conflicto, mientras que los críticos sostenían que no abordaba el programa de misiles balísticos ni las actividades regionales de Irán e incluía cláusulas de caducidad que eventualmente aliviaron las restricciones. El PAIC representó un avance diplomático excepcional tras años de tensión por las ambiciones nucleares de Irán, lo que refleja un momento significativo en los esfuerzos de no proliferación y la diplomacia en Oriente Medio. El presidente Obama expuso el motivo de Washington para firmar el acuerdo. El acuerdo no se presentó al Senado estadounidense para su ratificación porque se ejecutó como un Acuerdo Ejecutivo y no como un tratado, y la administración en 2015 señaló que se trataba de un compromiso político, en consonancia con los acuerdos anteriores de control de armas. En aquel momento, obtener dos tercios de los votos del Senado estadounidense habría sido imposible para la administración Obama. A medida que evolucionó, el acuerdo siguió siendo polémico en Estados Unidos. La administración Trump se retiró del acuerdo en 2018, calificándolo de “pésimo”.
Trump afirmó que el acuerdo carecía de suficientes mecanismos de inspección y que no abordaba el programa de misiles balísticos de Irán ni limitaba su apoyo regional a las insurgencias en Irak, Siria, Yemen o Hamás. Un año después de la retirada estadounidense, Irán incumplió progresivamente los límites del PAIC, instaló y operó centrifugadoras avanzadas y restringe las inspecciones de su cumplimiento. En 2018, Israel se apoderó de los archivos nucleares de Irán, revelando que este país había buscado armas nucleares desde el 2003. Bajo la administración de Trump, Estados Unidos impuso y amplió las sanciones, limitó las exportaciones de Irán y su acceso a los sectores bancarios y financieros, designó al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica como Organización Terrorista Extranjera y envió un dron que mató a su líder, Qassem Soleimani, en enero de 2020.
Dado que el régimen islámico de Irán había predicado repetidamente la destrucción de Israel, los primeros ministros israelíes, el parlamento y su pueblo veían a Irán como una amenaza existencial. El primer ministro Benjamin Netanyahu se opuso firmemente al Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), abordando el tema en el Congreso estadounidense en 2015. Durante más de una década, reiteró constantemente que la comunidad internacional no había hecho lo suficiente para impedir el acceso de Irán a un arma nuclear, restringir su producción de misiles (capacidad para lanzar futuras bombas y atacar a Israel con armas convencionales) o contener a sus aliados. Israel celebró la retirada de Trump del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), mientras que Irán continúa su camino para acceder a un arma, construir un arsenal de misiles avanzados y canalizar fondos y entrenamiento a sus aliados en las fronteras de Israel. Los objetivos de Israel al atacar a Irán el 11 de junio de 2025, según lo descrito en el discurso de Netanyahu, eran reducir, degradar o destruir la capacidad del régimen iraní para avanzar en estas tres áreas agresivamente anti israelíes.
— Ken Stein, junio de 2025